La televisión se ha consagrado como un medio de ocio en el que buscamos, y no siempre, entretenimiento. Sin embargo, la pequeña pantalla ante este divertimento abrumador abre un amplio abanico de posibilidades. Todas aparentemente válidas.
Y hago mención a esto, precisamente porque no siempre todas las formas de entretenimiento comportan, a mi parecer, un enriquecimiento cultural. Pero algunas cadenas entienden que ese pasatiempo no reporta beneficios y optan por la telebasura. Una decisión que ampara la audiencia pero que a veces castiga. Y es que, es la audiencia la que mantiene una producción a flote o quien la hunde hasta lo más profundo.
Sin ir más lejos, los datos del pasado jueves colocaron en el primer puesto del ranking de audiencias a ‘Gran Reserva’ dejando muy atrás a ‘El reencuentro’. 3.286.000 sirvieron para barrer al 1886.000 espectadores que siguieron un reality al que se le acaba la mecha. Las continuas expulsiones no sirven para sacar a flote un programa que tan solo se hizo con el 14.1% de cuota de pantalla. A la misma altura se situó 'Bones', en La Sexta con 1.852.000 telespectadores.
Ninguna de las dos pudo hacerle sombra a 'Gran Reserva'. Y es que la ficción producida por Bambú producciones sigue pisando fuerte durante su segunda temporada. Dos familias enfrentadas por el mundo del vino, dos formas de entender el negocio: Los Reverte y Los Cortázar. Una historia que va más allá de la simple enemistad. A ello se suma un intento de asesinato. Amores, mentiras, secretos se desarrollan con la campiña riojana como trasfondo. Una mezcla entre melodrama y thriller que mantiene cada jueves a los espectadores sentados en sus butacas.
0 comentarios:
Publicar un comentario